Cómo agradecer Cada vez que siento tu cariño No hay mayor placer que tenerte No sé qué decir Me has acompañado a conseguirlo Nada hay más feliz para mí Las palabras sin los hechos no hablarán por mí Pronunciadas yo te entrego mi alma vas a oír Cómo agradecer Cuando tú estás cerca no me rindo No hay mejor que hacer que quererte No sé qué decir Siempre has ayudado en mi camino Nada hay más feliz para mí Las palabras sin los hechos no hablarán por mí Pronunciadas yo te entrego mi alma vas a oír. Gracias por ser el ángel que ayudando me hace creer para poder lograrlo Gracias por ser el ángel que apoyando me hace crecer para seguir luchando.
“Valorar al recibir”
La gratitud es un sentimiento que nace cuando una persona recibe de otra, un estímulo beneficioso a través de un gesto o una acción, produciendo en la primera el deseo de reconocerlo con palabras y hechos. Provoca en los seres humanos alegría, unión, e incluso emoción. También se puede sentir al tener en cuenta cada aspecto positivo que la vida nos regala día a día. «Gracias» es la palabra que se utiliza para reconocer el bien que se nos ha podido aportar. Una expresión muy importante que implica educación y que alegra al ser escuchada, puesto que de usarse de forma honesta significa que el acto realizado ha sido valorado y, por tanto, también a la persona o personas que lo han desempeñado. Pero escucharla no ha de ser el objetivo. La alegría en los demás es el verdadero fin y probablemente su gratitud exista aún sin expresarla en ese momento. En muchas ocasiones, nuestro cuerpo crea una sensación de obligación o deuda hacia la persona que nos ha beneficiado, queriendo igualar una teórica balanza de acciones de la una por la otra. Pero hay que tener presente que quien ha querido contribuir en nuestra felicidad, lo ha hecho por gusto y sin buscar nada a cambio. Por lo que no hay deuda. La gratitud nos enseña a sentir maravillosamente por esa persona o personas y a tenerlas presentes, con la consciencia de que habrá oportunidad de manifestarla. No obstante, utilizar «gracias», si se siente, dice mucho bueno de nosotros y no supone un gran trabajo, aun siendo usada con toda sinceridad. Es sano ser agradecidos con palabras y sobre todo con hechos y, a la vez, aportar felicidad a los demás sin necesitar el agradecimiento. Eso provocará que la gratitud resulte ser muy contagiosa, terminando por establecer la voluntad de que todas las personas quieran adquirirla en sí mismas.