Hay tantas formas de pensar Como maneras de vivir Y cada una es respetable si hay respeto Si es diferente o es igual Tú siempre encuentra lo especial Y de repente estarás más completo. Si crees en ello lograrás un mundo casi perfecto Consiste en valorar Con solo empatizar puedes ver Que es fácil el reto Hay tantas formas de decir Como maneras de actuar Y cada una es respetable si hay respeto Cuánto genial por descubrir Siempre es posible convivir si soy capaz de elegir lo que pienso Si crees en ello lograrás un mundo casi perfecto Consiste en valorar Con sólo empatizar puedes ver Que es fácil el reto Para comprender solo hay que querer Para respetar solo hay que empezar.
“Tolerar, comprender, apreciar, tratar bien…”
El respeto es un valor referido a la aceptación y comprensión de todas las formas de ser, actitudes, ideologías, comportamientos, decisiones, etc. siempre y cuando cumplan con la ética; al correcto trato mediante el compromiso por fomentar la paz, evitando la descalificación, el dolor ajeno, y también el propio; y a la consideración, aprecio o incluso admiración hacia ciertas personas por su forma de ser o actuar. Una de las mayores riquezas del mundo radica en la diversidad de personalidades, criterios y comportamientos, generados por las diferencias de entorno, educación, desarrollo, costumbres… Esto puede provocar situaciones chocantes e inesperadas, no necesariamente molestas para nosotros o para otros. Situaciones que, por tanto, pueden llegar a ser respetadas a través de la tolerancia, la empatía y la comprensión. El intercambio de opiniones es positivo como forma de aprendizaje, así como la voluntad de escucharlas con la mente abierta y sin prejuicios. La imposición no es una vía, y menos cuando no hay argumentación posible. Este valor es un principio imprescindible por el cual las personas pueden convivir unas con otras, valorándose y, por tanto, cuidándose y ayudándose entre sí.