Es verdad cuando te digo Que al decir, lo hago real Si fallar es más sencillo Que cumplir hasta el final Si creer tiene sentido Más lo tiene demostrar Porque el bien nunca lo olvido al confiar Realizar cuando has podido Convencer al actuar Respirar si has conseguido Integrar integridad Asumir comprometido Responder al decidir Ser honrado yo decido elegir La conciencia toma la decisión Con frecuencia el corazón He luchado con justicia y honor Siendo honrado soy mejor.
“Integridad, justicia y conciencia”
La honradez es un valor que asegura la fiabilidad de la persona en sus compromisos, y en cualquiera de sus palabras o actos. Un concepto también cercano a la sinceridad, cuando se trata de admitir una realidad. Y por supuesto a la responsabilidad, puesto que ambos hablan del cumplimiento. Pero mientras la responsabilidad está referida a la acción para el alcance de un objetivo o para la realización de un deber, la honradez se centra más en el «por qué» y el «para qué» responder al ser humano: por y para cuidar e impulsar la justicia, la integridad, la conciencia, el respeto, la confianza, etc. En el desarrollo de la vida y de la sana convivencia necesitamos personas en las que creer y apoyarnos. Por lo que es importante ser consecuentes y transmitir seguridad al responder ante los pactos marcados, convirtiendo cada palabra en un hecho. El camino de la honradez protege y agranda nuestro honor y nuestra dignidad. Y es, antes o después, el más seguro y fructífero de todos. Por lo que si lo recorremos podemos lograr éxitos puros y auténticos, reducir preocupaciones y mantener o elevar socialmente nuestro inmenso valor personal.