Yo no sé por qué antes me asustaba perder El fracaso es no intentar aprender Si caminas también puedes correr Yo sí sé que la mente puede hacerte capaz De reír cuando creías llorar Lo verás si crees que puedes podrás No pensé que soñar pudiera ser tan real Ser feliz al conseguir alcanzar Si me atrevo puedo ver el final Sí pensé que la fuerza nace en el corazón Es de un loco utilizar la razón Si no puedes nace un reto mayor Sin miedo cada día Llegué donde me siento mejor Valiente es el humano con valor Arriesgo pero gano Lograrlo está en mis manos y mi voz Probé la valentía, me gustó.
“La convicción de que merece la pena arriesgar”
La valentía es un valor que nos empuja a realizar una acción, venciendo al miedo o a la vergüenza. Estos factores en ocasiones nos incomodan y asustan cuando en realidad pueden ser superados, provocándonos una mayor seguridad en nosotros mismos. Ser valiente no significa arriesgarse sin pensar en las consecuencias. Eso es ser inconsciente. El primer paso es madurar nuestras posibilidades reales de alcanzar lo que buscamos. Tras entenderlas y aceptarlas, saber cómo afrontar los peligros o problemas que se nos presenten. Y después sí, armarnos de valor y agarrarnos a nuestros sentimientos para conseguir alcanzar la meta propuesta. La valentía nos concede un gran poder y junto a la ilusión, entre otros valores, nos hace lograr objetivos que anteriormente considerábamos imposibles. Cuando nos arriesgamos de este modo solo puede haber dos opciones: éxito o aprendizaje y, por tanto, éxito. Y como mínimo viviremos experiencias que no se producirían de no haber actuado. Por lo que, en cualquier caso, es un valor que nos demuestra que solo lo consigue quien lo intenta.